Juanita

Juventud respirando por los poros,
Urges nuevamente en mis pupilas,
Apareces en mis noches más tranquilas,
Navegando entre tu cuerpo que devoro.

Inteligente mujer de hermosos ojos,
Titilantes como dos bellas estrellas,
Ardientes esos labios de grosella,
Joya que, al mirarla, me sonrojo.

Umbral de mis bellas fantasías,
Abismo al que me lanzo sin pensarlo,
Nube en la que viajo noche y día,
Insomnio de amor sin dominarlo.
Tiembla mi corazón de esa alegría.
Ahora, perdona el valor de confesarlo.