Así como por el tiempo consumido,
siendo grano de arena en un desierto;
una nota en lo grande del concierto,
hoy me encuentro en las arras de tu olvido.
De nada ha servido haber vivido,
tierra estéril, la tierra de tu huerto;
te tuve, te perdí y eso es lo cierto,
ya lo demás carece de sentido.
Tus palabras no alcanzan a mi oído,
no soy feliz, con nada me divierto,
no he podido sanar, me encuentro herido;
la presencia de amor ya no la advierto,
¿por qué tuve que haberte conocido?
Era un simple mortal… hoy, simple muerto.
