Sueño lejano

Sólo sé, como te llamas
y también que al contemplarte,
mis labios quieren besarte,
mi corazón está en llamas,
y mi cuerpo tiene ganas
de fundirse con el tuyo,
es sentimiento muy suyo
que nadie puede evitarlo,
y que lo incita a invitarlo
a profanar el capullo.

Capullo de crisálida,
en plena metamorfosis,
que me causa una sicosis
y cuya causa es válida,
es esa piel tan pálida,
también tus ojos hermosos,
tus labios más que carnosos,
tu dulce voz de sirena
me hace aullar en luna llena
y otros actos amorosos.

Hoy mirando hacia la nada,
perdido en sueño lejano,
muy hundido en el pantano
de tu selva inmaculada;
la verdad… no tengo nada,
sólo un simple pensamiento,
durando más que un momento;
tu imagen se desvanece
cuando de pronto amanece,
y te alejas con el viento.

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