Solitario, en este momento me pongo a recordarte,
como todo empezó por decir, ¡me gustas tanto!;
y de esta tenaz insistencia por besarte,
surgió un amor con risas y con llanto.
Fue algo tan de repente, que callaste;
para que en ese silencio mis labios te encontraran,
y ya logrando lo soñado arrastraste,
a mi corazón y al tuyo a que pecaran.
Tú sabes por qué, pero si este amor tan bello como el nuestro,
es un amor limpio, puro como el alma;
eso no es pecar, eso en amar eso es lo cierto,
debemos sentirnos tranquilos y con calma.
Hemos llorado diciéndonos adiós una y mil veces,
y maldiciendo a nuestra suerte porque el tiempo,
no nos ha dejado amar con tantas creces,
y gritarle a la gente el descontento.
Más aun así, vivo feliz porque me quieres,
de saber que toda, mis labios te besaron;
y feliz porque mis sueños alcanzaron
lo que para soñar feliz requieren.
Gracias por todo lo que se llama amor, que había olvidado,
y que contigo encontré en demasía;
gracias por tu tiempo mal logrado,
gracias por amarme con el amor…
que tanta gente ansía.