Recordando Señor tu nacimiento,
reunidos celebramos este día;
con gozo, con respeto y alegría,
vivimos muy feliz este momento.
Hoy de todo lo malo me arrepiento,
perdóname Señor y en mí confía;
al ser tú mi eterna compañía,
me cubrirás del mal al que me enfrento.
Porque me colmas con toda tu bondad,
conservando mi vida plenamente,
y por ese sentimiento de hermandad;
que jamás has borrado de mi mente,
acompáñanos en esta Navidad,
que tu espíritu se mezcle entre la gente.